Daenerys Targaryen conforma su ejército más allá de las fronteras de Poniente, al calor de sus dragones. El sádico niño rey Joffrey Baratheon controla desde el horror Desembarco del Rey. Más allá del Muro todo es cada vez más blanco, el invierno se acerca mientras los últimos cuervos vigilan a los salvajes. La boda roja ha dejado la tierra de los Tyrrell teñida de sangre y a los defensores de Invernalia sin un Rey en el Norte. Las Islas del Hierro siguen sabiendo a metal y a sal, algo se mueve en ellas.
Vuelve Juego de tronos. Regresa la serie que más mueve los Social Media, la saga que mejor ha sabido utilizar el marketing.
HBO hace grandes producciones. Y aún mejor: sabe venderlas. Si True Detective se ha convertido con sólo ocho capítulos en una serie de culto, Juego de tronos, con su eficaz uso de las redes sociales, está marcando un antes y un después en la forma de entender cómo se ve un capítulo en la pequeña pantalla. Porque ya no se trata sólo de contar una historia: según explicaba un artículo de La Vanguardia publicado el pasado mes de enero, una encuesta de Magid Associates revela que el 37% de los españoles consulta su smartphone mientras ve la tele y el 56% de los usuarios no se despega de su tableta. Ahora la televisión se ve conectado a través de los Medios Sociales, compartiendo opiniones y contenidos, generando tráfico web. Además del share (en esta apuesta de la HBO nada despreciable, con más de 5 millones de espectadores en cada capítulo de la pasada temporada, la tercera), importan otras métricas, las que marcan los likes, followers y las veces que una idea o frase se tuitee y comparta.
Ahora arranca una cuarta temporada llena de incertidumbres (en España puede verse a través de Canal +, con un disputado trono de hierro y más sangre, intrigas y amoríos que vienen y van… todos los ingredientes para lograr que Juego de tronos tenga cada vez más seguidores, tanto reales como virtuales. Su influencia en el mundo del Social Media es tal que hasta HootSuite ha hecho un guiño-alegoría con los títulos de crédito iniciales de la producción, acompañados por su inconfundible melodía, en el que los reinos de Poniente dejan de lado a los lobos de los Stark y los leones de los Lannister para lucir los logotipos de Facebook y Twitter.
Y esta misma batalla se libra también en un campo más pequeño, el de las pymes.
Más que nunca, la acción es en tiempo real y el cliente/consumidor quiere participar de la experiencia, necesita ofrecer su feedback, estar cómodamente sentado en su sofá y escribir desde su tableta, seguir a la empresa en Facebook, comentar algo en su Twitter. Si las grandes compañías como HBO han sabido utilizar todos estos medios a su favor, una pyme no tiene por qué ser menos. La clave está en lograr el compromiso; eso es lo que busca la cadena norteamericana a través de todas sus acciones de marketing, enganchar al espectador, fidelizarlo como consumidor. ¿El resultado? Una página de Facebook con más de 10 millones de «me gusta» y un Twitter con más de 1,3 millones de seguidores que promueve hashtags en cada episodio para asegurarse buenas cifras de tráfico social y atraer a anunciantes y patrocinadores que desean ver su nombre asociado al de la ficción.
En el mundo real, conseguir estas asombrosas cifras de presencia online puede parecer cosa de magia. Pero la reputación de las pymes y su presencia en los Medios Sociales no tienen que nacer de los sortilegios de Melisandre o del fuego valyrio. A veces simplemente basta con tener un buen Community Manager y un plan de marketing online que nos asegure generación de leads y, al final, resultados, ese trono de hierro por el que toda empresa lucha:
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